K. Bowman: “Trump tiene que rogar que la economía tenga una recuperación espectacular”

Con el mundo golpeado por la peor pandemia en un siglo y la actividad diaria prácticamente paralizada, las autoridades se mantienen enfocadas en la emergencia. Resulta fácil así olvidar que EEUU sigue encaminado a una de las elecciones más disputadas de su historia, que ha pasado a segundo plano, con las campañas suspendidas. Para el actual mandatario, Donald Trump, todo se reduce ahora a la manera en que afronte la crisis sanitaria y su devastador impacto económico.

"Si consigue recuperar la economía, y si es una recuperación rápida y fuerte, tendremos una carrera muy competitiva", explica Karlyn Bowman, senior fellow del centro de estudios políticos American Enterprise Institute, en Washington DC. Para ello, explica la analista, será clave que la actividad pueda comenzar a retornar paulatinamente a la normalidad a partir de junio.

- A comienzos de año, con la economía en auge y el impeachment rechazado, Trump parecía encaminado a su reelección. ¿Cómo afectó el coronavirus?

- Es cierto que antes del virus tenía una economía en auge, pero eso no estaba haciendo nada en favor de su apoyo. Su respaldo se ha mantenido increíblemente estable durante toda su presidencia, entre 40% y 45%. Esta es una de las primeras veces en nuestra historia en que una excelente economía no estaba impulsando el apoyo al presidente y eso se debe a que estamos tan profundamente polarizados sobre su figura.

- ¿Y ahora que la pandemia golpeó la economía, qué significa para sus perspectivas?

- La economía ha recibido un golpe como nunca habíamos visto, con altísimas cifras de desempleo y normalmente un presidente con alto desempleo no es reelecto. Así que Trump tiene que rogar que la economía tenga una recuperación espectacular en el segundo semestre.

Hay cierta evidencia en algunas grandes ciudades de que la curva de contagios ha comenzado a aplanarse y eso podría ayudar a retomar la actividad en mayo o junio. La forma en que el presidente maneje esta crisis será determinante.

- Trump lideró un billonario plan de estímulo, mientras los demócratas demoraron su aprobación. ¿Afectó eso la opinión pública?

- Según las encuestas, los estadounidenses estaban muy a favor de los planes de estímulos, pero creen que se necesita más. Vimos lo mismo en 2008 cuando pasó mucho tiempo para que se recuperara la confianza. Los demócratas demoraron el rescate y si lo hubieran retrasado mucho más los habría perjudicado. Pero la ciudadanía no vio eso como una victoria de Trump, sino más bien como una de las pocas veces en que todos en Washington están trabajando juntos.

La arremetida de Biden

- Considerando todo eso, ¿cómo espera que se desarrollen las elecciones?

- Todas las encuestas sugieren que será muy reñida. Trump ganó en 2016 con 46% de los votos, así que está muy cerca de eso. Si consigue recuperar la economía, y si es una recuperación rápida y fuerte, tendremos una carrera muy competitiva. Desde que Joe Biden se convirtió en el nominado presunto de los demócratas, los sondeos muestran que supera a Trump por un pequeño margen a nivel nacional, pero en nuestro sistema federal tenemos 50 elecciones separadas y en muchos de los estados más disputados el Presidente tiene una pequeña ventaja. Por otra parte, Biden tiene sus propios problemas, como entusiasmar a los partidarios de Bernie Sanders. Aunque el senador ya le dio su respaldo, a muchos de sus partidarios no le resulta atractivo.

- ¿Influirá el hecho de que Trump aparezca todas las tardes encabezando el reporte de la pandemia mientras Biden está prácticamente desaparecido?

- Es muy difícil para Biden hacer campaña desde su casa. Por otro lado, aunque Trump tiene prácticamente el monopolio del micrófono, hace noticias todos los días básicamente porque está en guerra con los periodistas y ellos en guerra con él, y eso no ayuda a tranquilizar al público. Muchos estadounidenses creen que los medios exageran la situación y muchos otros creen que Trump la subestima, así que, otra vez, tenemos esta muy profunda división partidista. Pero la mayoría de los estadounidenses no quiere jugar al juego de las culpas y quiere hacer lo mejor para lidiar con la crisis. Si Trump no fuera tan combativo podría ser percibido un poco más positivamente.

- Las encuestas muestran que el apoyo al manejo de Trump de la crisis ha caído, pero segmentado por partidos, también muestran que los republicanos son más entusiastas y están más inclinados a ir a votar que los demócratas. ¿Cómo afecta eso?

- Si Trump puede mantener a su base entusiasmada será muy importante en noviembre, y su campaña tiene una mejor operación que la de Biden en transformar apoyo en encuestas en participación electoral. Los republicanos en general son muy buenos en el juego en terreno. En la última campaña mucha gente tomó su decisión al final del proceso, y la mayoría de esas personas votó por Trump. Eso es muy poco común porque normalmente los votantes tardíos reparten sus preferencias de manera pareja. Y los demócratas están tratando de recuperar el terreno perdido en eso.